Programa que cumple un doble objetivo, por un lado, contribuye a reducir el aislamiento social y potenciar habilidades sociales de personas con discapacidad. La sobreprotección a que se ven sometidos a veces impide en la mayoría de los casos que puedan realizar las más simples actividades de cuidado personal. Y por otro lado, sirve de respiro familiar para los cuidadores principales de personas dependientes.